No somos perfectos. Todos nos equivocamos. Todos nos pasamos de listos alguna vez y patinamos en el intento. Y, como vivimos en una época de descubrimientos y de conquista del mundo digital, muchas de las prácticas se fundamentan en el “prueba-error”, basicamente, porque no hay referentes y para crearlos, hace falta equivocarse.
Queremos personalizar las comunicaciones, sin saber si a nuestros usuarios eso les va a gustar tanto como pensamos, o les agasajamos con productos similares a los que ya han comprado (cuando, realmente, si uno lo piensa…¿Para qué va a querer un producto similar a uno que ya tiene?). Hacemos muchas cosas pensando que van a ser beneficiosas para nosotros y que van a dejar al cliente más contento, cuando, realmente, es todo lo contrario: El cliente no está a gusto y, encima, todas esas prácticas nos complican la vida.
Este proceso evolutivo no pasa desapercibido hacia nuestros clientes, de hecho, ellos son los encargados de decirnos qué estamos haciendo mal. La verdadera dificultad reside en saber apreciar esos fallos y solucionarlos cuanto antes.
- Un 33% de los usuarios notan las intenciones comerciales de las empresas cuando estas personalizan sus tiendas online para incentivar la compra.
- Los usuarios (19%) se sienten molestos cuando las compañías envían emails personalizados con artículos que acaban de ser visitados.
- En Twitter no es bien recibido por los usuarios cuando los perfiles corporativos responden a un Tweet aunque los usuarios no hayan sido directamente mencionados (18%).
- Una de las cosas que más molestas a un comprador online, y quién lo haya experimentado estará de acuerdo, es encontrar en su carrito de compra productos que ya han sido descartados. En concreto, un 42% de los usuarios.
- Los usuarios rechazan completamente comunicaciones que suenan a desesperación por parte de las compañías.
- El remarketing de productos que han descartado en otras ocasiones. Si ya han indicado que no lo quieren e insistimos en ello, es como cuando la abuela nos mete la comida en la boca aunque ya estemos llenos.
Te dejamos esta infografía hecha por Ometria que resume muy bien varios de esas “cosas crispantes” que tanto detestan tus clientes. ¡Toma nota y asegúrate de no hacerlas! En comunicación siempre es mejor calidad que cantidad.
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